Nov 8, 2021 8:07:38 AM | práctica prequirúrgica La tecnología 3D como el mejor recurso para prácticas prequirúrgicas

No existen enfermedades, existen personas enfermas. 

Es bien sabido que a estas alturas se tienen estipuladas generalidades, que se toman en cuenta dependiendo de la sintomatología que presente un paciente. Sin embargo, en ocasiones se van a requerir diferentes medicamentos y/o tratamientos, para hacer frente a la misma patología, porque siempre va a depender de cada sistema inmunológico.

Un ejemplo de esto, es el COVID-19, enfermedad provocada por el virus SARS-CoV-2. Los primeros meses se estipularon una serie de síntomas que de presentar alguno sería necesario confinarnos en nuestro hogar y se realizaron diagnósticos erróneos adjudicando dichos síntomas a este virus. 

Al pasar los meses, nos dimos cuenta que los síntomas dependían de la persona que portaba el virus, se comenzaron a presentar casos extraordinarios en donde el paciente presentaba problemas gastrointestinales, dermatitis atípica e incluso la capacidad de ser asintomático. 

Teniendo en cuenta que cada paciente necesita una atención especializada para una enfermedad viral o bacteriana, ¿Qué tan específica debería ser la atención hacia el paciente cuando este será sometido a una intervención quirúrgica?

Se sabe que cada intervención tiene un procedimiento establecido, dependiendo de la especialidad y de la patología, lo cual permite al especialista seguir una serie de pasos que logran el objetivo.

Aunque estos procedimientos sean acertados y en un punto sean tan monótonos para el especialista que los realice casi automáticamente, no son específicos para cada paciente, lo cual, hace que la intervención quirúrgica sea un entrar a ciegas, aún y cuando los estudios de imagenología estén bien estudiados.

La práctica prequirúrgica se ha ido dejando de lado, y, se entiende, pues hace años no se contaba con la tecnología que se tiene ahora, pero, el utilizar cadáveres o maniquíes ya es algo que se ha ido quedando obsoleto debido al cuidado que se requiere para preservar estos en un buen estado.

Es aquí en donde entra la tecnología 3D, a salvar el día, ya que de los archivos de los estudios de imagenología se puede mandar a imprimir un modelo anatómico en 3D con el que se podrá practicar antes de la intervención, pues tendrá características hiperrealistas, lo cual tendrá resultados sorprendentes en quirófano.

El haber practicado con un modelo en 3D de cada paciente, permite que se minimicen los tiempos en quirófano, pues se sabrá que hacer con exactitud y no se encontrarán sorpresas en el transcurso. 

Existen diferentes tecnologías, ya sea FDM o Polyjet, que al tener diferentes características, se utilizan de diversas maneras. Esta es una gran ventaja, ya que dependiendo de lo que se quiera realizar en la práctica prequirúrgica, es la tecnología que se utilizará, pudiendo optar por tener un modelo anatómico para visualizar la patología o para practicar con este, teniendo en cuenta que algunos modelos pueden ser fresados permitiendo al especialista una retroalimentación háptica.

¡Tengamos intervenciones quirúrgicas de calidad! Utilicemos las herramientas que tenemos a la mano y démosle a cada paciente lo que merece: Una atención de calidad.